Los tres textos literarios de la semana

«Cuando Dios nos ofrece un don, al mismo tiempo nos entrega un látigo, y éste sólo tiene por finalidad la autoflagelación.» —Capote

La inspiración nos afecta a la hora de escribir. Puede que un día amanezcamos con una idea, con un pensamiento que nos incentive a escribir y quizás produzcamos un texto fantástico. Sin embargo, esta maravillosa situación no sucede a menudo. El escritor aprende a ser un Escritor escribiendo, borrando, y volviendo a escribir. Es cuestión de práctica y muchísima lectura. Tampoco vemos esta transformación de la noche a la mañana. Puede que un niño tenga el don -o el látigo- y denote potencial. Pero, si no se estimula -o comienza a autoflagelarse- no veremos los resultados.


Se necesita un escritor – Gabriel GARCÍA MÁRQUEZ18-gmarquezlibro
García Márquez plantea dos ideas básicas para transmitir. Desde el principio de la nota aclara que está en búsqueda de un escritor. No lo logra hasta que apunta su visión a la sencilla cocinera. Con este personaje Gabriel nos muestra que no es necesario ser famoso o reconocido para escribir bien.Todos podemos ser escritores -siempre y cuando conozcamos las pautas básicas- dejando fluir nuestras ideas y aprendiendo a plasmarlas en papel.

A su vez, García Márquez es escritor en sí mismo. Reconoce que no puede dejar de lado su profesión porque, aunque quiera, las ansias y el deseo de escribir acompañado del placer que le provoca, evita que abandone el hábito a medida que el tiempo pasa.

No es solo una profesión, es una vocación que cualquier médico, abogado o contador puede tener escondido en lo más profundo de su ser. Permitiendo de vez en cuando su liberación.

Prefacio de Música para camaleones – Truman CAPOTEyoung-truman-capote
Para ser un gran escritor no hay dudas de que hay que poner en juego tres factores: práctica, constancia y perseverancia. Solo así logramos avanzar, y como bien dice Truman, cuando controlamos esta habilidad comenzamos a autoflagelarnos con el látigo en el que se convierte la escritura.
Nunca se es demasiado joven o demasiado anciano para escribir. No es una cuestión de edad y tiempo. Nuestro desempeño depende de nuestros conocimientos, la voluntad que apliquemos a la escritura, la perseverancia y la calidad narrativa que logremos en nuestros textos.

Experimentar diferentes campos es beneficioso para la práctica y aprender del ensayo-error. Incluso existe la posibilidad de innovar con estilos y técnicas. Con la experimentación podemos obtener grandes resultados, como así también errores. Se verán más tarde las repercusiones y la crítica que ocasionarán nuestras obras.
Por otro lado es necesario recordar que es importante no conformarse con lo aprendido y estar siempre en movimiento.

Leyendo, escuchando, viendo contenidos nuevos. Indagar para crear materiales y encontrar un estilo propio. Siempre dando lo mejor de nosotros mismos.

La caja de herramientas – Stephen KING103919-stephen-king-322x400
Stephen nos brinda mediante una serie de metáforas, una guía para iniciarnos en el mundo de la escritura. Con decir que debemos esconder el vocabulario y la gramática en la parte superior, damos por entendido que estos dos conocimientos son básicos y hay que comenzar a ver más allá.

Aunque sus descripciones de los párrafos, frases o patrones suenen poéticas, cada palabra es cierta. Creo que eso es lo que busca transmitir al lector. En especial cuando dice “Yo soy del parecer de que la unidad de la escritura es el párrafo, no la frase. Es de donde arranca la coherencia, y donde las palabras tienen la oportunidad de ser algo más que meras palabras. (…) Para escribir bien, hay que aprender a usarlo bien. El secreto es practicar mucho. Hay que aprender a oír el ritmo.”

Al igual que en los textos anteriores, King nos incentiva a la práctica y la experimentación para mejorar y explotar nuestras habilidades. También, sorprendernos a nosotros mismos: cuando veamos la casa, tienda o banco que construimos con nuestras propias herramientas.


Comparo los textos que he creado desde más joven con los actuales y noto una gran evolución. Pero, si miro las entradas antiguas de mi blog (dos meses atrás) pienso que es un desastre total. Cada oración, párrafo y página podría haber sido mejor. Pero ya es demasiado tarde para ellos. Escribo satisfecha una nueva publicación  en el presente, para que luego, en otros dos meses, vuelva a discernir conmigo misma. Soy parte de un círculo vicioso del que no puedo salir. Pero es parte del proceso, ¿no?

Comment

One Reply to “Los tres textos literarios de la semana”

  1. Es tan curioso que seas tan joven y tengas las ideas tan claras. Me encanta tu coherencia al escribir, la manera en la que describes los textos y tu conclusión. Efectivamente, pulir la escritura y lograr un estilo propio es una cuestión de práctica pero también tiene que ver con esa musa inspiradora que a veces desaparece por días o noches enteras. A mi me encanta escribir tanto como conversar con la gente en persona. Creo que no hay mayor placer que las letras intercambiadas sean oral o textualmente.

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