Una novela de pequeñas historias que juntas, dan cuenta de algo más grande: la percepción y la construcción de la realidad mediante la voz de quien narra.

Siento a 10:04 como una recopilación de pequeños momentos & experiencias que componen una historia. Es la historia de las historias. Como en la vida, se acumulan situaciones y conversaciones diarias en las que el narrador solo encuentra significado tras haber dejado pasar el tiempo, tras dialogar consigo mismo.

Nuestro protagonista, un escritor de 33 años viviendo en Nueva York, fue diagnosticado con un problema del corazón que está presente en su mente mientras se replantea el significado del amor (y qué tipos de vínculos acarrea este concepto), los hijos (si tener o no tener y lo que conlleva relacionarse con niños), cómo lidiar con su trabajo de escritor (y el mundo de los académicos & literatos famosos), y qué significa el arte y su conexión con la gran ciudad. Pero lo que atraviesa todas estas cuestiones es el cómo. ¿Cómo nos relacionamos con los demás?

Hay muchos personajes que a pesar de que aparecen en pocos capítulos, aportan una interesante y compleja historia. Le cuentan al protagonista (y en consecuencia a nosotros) eventos de sus vidas que merecen un libro aparte. Y es esta la clave que captó mi atención: Cada persona es un mundo de historias por conocer. O, como hace el protagonista, un mundo de historias para tomar e «inspirarse».

Este libro de Ben Lerner es una deconstrucción y rearmado de relatos. Una recapitulación de momentos que llevan a distintas transformaciones. Juega con la primera y tercera persona; por capítulos nos acompaña el protagonista, y en otros estamos leyendo un texto que él mismo escribió. Sabemos que leemos ficción, pero también la ficción de la ficción.

No solo es metaficción, también tiene un poco de autobiografía. Hay algunas características sospechosamente similares a la vida de Ben Lerner. Llega un punto en el que entras en un espiral donde Ben (autor) escribió el libro con un narrador (también escritor) que a la vez escribe una historia inspirado en los eventos y las personas que él conoce en su vida, cambiando un poco los nombres y las situaciones. Todo parece real y a la vez invento. ¿O todo es un invento?

El diálogo a veces es indirecto y está incluido en el párrafo, sin comillas, por lo general cuando las conversaciones entre dos personas son íntimas o leemos sólo al narrador hablándose a sí mismo. En otras situaciones, más formales o de menor trascendencia para el protagonista, el diálogo está guionado en un punto y aparte. Hay un trabajo importante en torno a cómo y de qué forma percibimos el hablar de los personajes. Da cuenta de los códigos sociales y el protocolo con el que conversamos unos con otros. Se percibe visualmente al leer las páginas.

Me gustó muchísimo este libro y a medida que avanzaba en la historia le agregaba más estrellas a la calificación. Terminó con 5. 10:04 es una pieza interesante para repensar la construcción de los relatos y de las ideas.

Algunos extractos favoritos —sin spoilers

Bernard y Natali estaban siempre trabajando y nunca trabajaban, es decir, estaban siempre leyendo y escribiendo cuando no estaban presentando a otros escritores; no existía división alguna entre trabajo y placer; sus días no se estructuraban de manera convencional; la casa no estaba sujeta a los ritmos cotidianos sino a la peculiar duración de lo literario.

(…) lo importante que es para un escritor que «se le den mal las caras».

Que no fuera a guardar ningún recuerdo de lo que observaba ni pudiera conservarlo en ningún idioma le confirió plenitud, lo hizo brevemente idéntico a sí mismo, y al autor le conmovió profundamente pensar que esa experiencia de presencia dependía de que se olvidara.

Hay mucha gente a la que no he podido contárselo porque, aunque no quisieran, me tratarían diferente… Yo misma me trato diferente.

No subestimes todo lo que puedes hacer en cinco semanas.

Igual que en los poemas, Whitman tiene que no ser nadie en particular para ser un cualquiera democrático, tiene que vaciarse de sí mismo para que su poesía pueda con sutituir un comunal textual para el futuro en el que se proyecta.

—Tienes muy mala letra. —¿Ves cómo la materialidad de la escritura destruye su sentido, tal como comentamos en clase? Empiezas escribiendo y acabas dibujando. O empiezas leyendo y terminas mirando. La poética de la inestabilidad modal. Más allá del punto de derrumbe.

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